DoNDe ViVeN LoS MonSTRuoS

"Donde viven los monstruos"de Maurice Sendak editado por Alfaguara Infantil

Nada nuevo se puede contar de este ya clásico de la ilustración y de la Literatura Infantil. Para que lo recuerdes, o quizás lo descubras aquí te dejo con el cuento.

Significó una revolución dentro del ámbito de los libros ilustrados para niños al mismo tiempo que dio a lugar a duras críticas por parte de padres y pedagogos en el momento de su publicación. Muchos adultos consideraron que los monstruos de Sendak podían asustar a los pequeños.

Sendak era de la opinión de que a los niños no se les debía escoder la vida tal como era, con sus pros y sus contras.

El libro fue editado por primera vez en 1963. Así que tiene 50 años. Igual que nuestro cole. ¡Qué casualidad!

La noche que Max se puso un traje de lobo y comenzó a hacer una travesura

tras otra

su mamá le dijo: “¡eres un salvaje!” y Max le contestó: “¡te voy a comer!” y lo mandaron a la cama sin cenar.

Esa noche en la habitación de Max creció un bosque

y creció…

y creció hasta que el techo se cubrió de enredaderas y las paredes se transformaron en el mundo a su alrededor

y de repente apareció un océano con un barco para Max y navegó día y noche


durante varias semanas y casi más de un año hacia donde viven los monstruos.Y cuando llegó al lugar donde viven los monstruos éstos emitieron unos horribles rugidos y crujieron sus afilados dientes y lo miraron con ojos centelleantes y le mostraron sus horribles garras












“¡Basta ya!” gritó Max y ordenó a los monstruos que se fueran a la cama sin cenar. Y Max el rey de todos los monstruos se sintió solo y deseó estar en un lugar donde hubiera alguien que lo quisiera más que a nadie. De repente desde el otro lado del mundo le llegó un rico olor a comida y renunció a ser rey del lugar donde viven los monstruos.


Pero los monstruos gritaron: “¡Por favor no te vayas- te comeremos- en verdad te queremos!” A lo cual Max respondió: “¡NO!”


Los monstruos emitieron unos horribles rugidos y crujieron sus afilados dientes y lo miraron con ojos centelleantes y le mostraron sus terribles garras pero Max subió a su bote y se despidió de ellos





hasta llegar a la noche de su propia habitación donde encontró su cena. Que aún estaba caliente.



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